LECTURA BIBLICA:
"Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia." (Efesios 5:31-32)
El misterio no se encuentra en el matrimonio, sino en lo que representa el matrimonio. (Los votos que ofrecemos hacer ante Dios: lealtad y amor en las buenas y en las malas.) Entendamos que el apóstol Pablo dijo: "Grande es este misterio" y ese misterio está en "Cristo y su iglesia"; Pablo confirma en el pasaje del libro de Efesios 5:31-32; que el Antiguo Testamento es una sombra del nuevo pacto, o de lo por venir.
La Palabra de Dios está llena de tipología, analogía y profecías, por tal razón, este pasaje se cataloga como un misterio; porque no es interpretado de manera literal como puede ocurrir con el libro de Jueces (por dar un ejemplo). En la creación del hombre, el ser humano salió de dentro del Creador; es decir, cada individuo es una "chispa" o esencia divina que contiene el ADN del Creador. Por consiguiente, en la Biblia se nos dice que nosotros somos a imagen y semejanza de Dios. Y tenemos vida, porque El sopló su aliento de vida (de su Espíritu) en nosotros.
El vocablo "iglesia" viene del griego (ekklesia) y está a su vez viene de (Ekkaleim) que significa "convocación." No fue una palabra mencionada por Cristo o por sus apóstoles con regularidad, sino que era muy usada por los de habla griega. Esta palabra nunca tuvo un sentido religioso entre los griegos. Quería decir literalmente "los llamados" y fue aplicada a cualquier cuepo de gente "llamado o convocado" para cierto propósito. De esta palabra obtenemos también "Eclesiastés" nombre dado a uno de los libros del Antiguo Testamento y que significa "Predicador." En Hechos 19:32 la palabra "concurrencia" (asamblea) es el mismo término traducida en otros pasaje como "iglesia".
En el judaísmo una boda se compone de dos momentos importantes:
El contrato matrimonial o prenupcial: en donde el novio se compromete con su novia a casarse y a sustentarla con alimentos, vestidos, vivienda y demás comodidades; y ella se compromete aceptar los requerimientos de su esposo, aunque aún no han consumado esa boda mediante el acto matrimonial. El esposo regresa a la casa de su padre y en su heredad (la del hijo) construye la casa en la que vivirá con su esposa, la cual aún se encuentra viviendo con sus padres.
Luego que ha edificado su morada, entonces, se da cumplimiento a la segunda parte de la ceremonia, la cual consiste en la fiesta de boda propiamente dicha, y es donde se consume el matrimonio. El novio toma a su novia y se hace uno con ella y la lleva a morar en la casa que él construyó para formar una familia.
Teniendo en cuenta como se llevan acabo las bodas judaicas ortodoxas podemos observar un gran paralelismo entre Dios y la iglesia. El creyente en Cristo primeramente, acepta obedecer Sus Mandamientos, asistir a su casa de oración y posteriormente se bautiza; adquiriendo un compromiso mayor en el servicio del Señor. En llevar Su Palabra y morar con él hasta la muerte.
Así como en un matrimonio, la iglesia debe ser altamente competente para amar, aceptar, sustentar, perdonar y apoyar al cuerpo que lo compone. Necesitamos ser aceptados tal como somos, y aceptar a otros pasando tiempo con ellos, escuchando, dando y recibiendo afecto incondicionalmente. La comunión con Dios implica una comunidad de confraternidad, pero ésta no debe circunscribirse a las paredes de la iglesia o templo estructural. A medida que nos relacionamos con Dios, también debemos relacionarnos con otros cristianos, y tenemos que expresar nuestra relación de bendición a todos en general.
El pueblo israelita una vez presenciado Los 10 Mandamiento (el contrato matrimonial) Pacto en Horeb, Israel (la novia) comete infidelidad; transgrediendo o invalidando el "contrato matrimonial" o Pacto de Dios al declarar que el becerro de oro sería ahora su nuevo dios (Éxodo 32:4) ante este pecado de idolatría, Dios tenía todo el derecho de repudiar a su pueblo Israel (esposa), pero ante la intercesión de uno de los testigos de la boda Moisés (intermediario) Israel "la esposa infiel" fue perdonada en "Yom Kipur", es decir, el Día de la Expiación o del Perdón; al entregarle Dios las segundas Tablas del Décalogo (las cuales estaban firmadas por el propio dedo de Jehová) Sin embargo, Dios continuó cumpliendo fielmente la parte de su pacto, sustentando con toda clase de bendiciones a Israel (su esposa) en el desierto por 40 años y sosteniéndola, protegiéndola y defendiéndola durante estos 6 mil años, pues ella (Israel) nunca dejara de ser su esposa, metaforicamente hablando.
Mientras Israel viajaba por el desierto, Dios nunca se apartó de ellos. Los protegió y proveyó para ellos todo el tiempo. Cuando los israelitas salieron de Egipto, Dios comenzó a guiar a la nación con una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche (Éxodo 13:21). Estos sirvieron para navegar a Israel a través del desierto para que Dios pudiera mantenerlos protegidos cuando fuera necesario.
Las provisiones de Dios incluían todo el sustento necesario (tanto comida como agua) que Israel necesitaría durante su estadía de 40 años a través del desierto. Éxodo 16:12-15 muestra que Dios hizo esto en forma de maná y codornices. En Éxodo 15:25, Dios les dio a beber agua limpia a los israelitas.
Otra provisión del Señor fue el tabernáculo mismo, que representaba la limpieza de los pecados de los israelitas a través de las ofrendas a Dios (ver Éxodo capítulos 25-40).
Dios también dio a los israelitas la Ley, incluidos los Diez Mandamientos (Éxodo 5:6-21). En la superficie , puede parecer que esta era una larga lista de reglas innecesarias para que los israelitas obedecieran, pero en realidad, las pautas de la Ley les brindaban ventajas no solo en la moralidad, sino también en la salud. Dios usó la Ley como una provisión para mantener a los israelitas en una buena posición moral en mente, sanos, fuertes y libres de enfermedades en el cuerpo.
Finalmente, Dios los protegió de sus enemigos. Éxodo 17:8-13 da un ejemplo específico de la protección de Dios de sus enemigos, los amalecitas.El Señor proveyó a los israelitas tanto física como espiritualmente mientras vagaban por el desierto, y estaba seguro de darles todo lo que necesitaban para sobrevivir.
Lo mismo ocurre hoy día, Dios es quién nos sustenta a cada momento de nuestras vida con el sol, la lluvia, la tierra y los ríos que provee nuestro alimento; con el aire que respiramos, con un trabajo que nos mantiene, son la salud y cuidados que necesitamos para estar bien. La gran mayoría con el don de leer y escribir. Cuando escudriñamos el manual de vida que Dios nos brindo "La Bibia" podemos ver su infinito amor para con nosotros, teniendo el cuidado conforme a la exortación y consejos en Su Palabra para vivir una vida sin carencia, enfermedades, llena en armonía y amor. De igual manera que le proveyó a Su pueblo Israel, así nos cuida y provee nuestro Dios si le somos leales y obedientes a Su Palabra. (En aquellos tiempo Dios les hablaba de manera literal, porque la gran mayoría del pueblo no tenía el don de leer y escribir, necesitaban un intermediario un profeta conocedor de la Palabra y obediente a Dios que servía de interprete. Sin embargo, hoy día, nuestro único intermediario es Jesucristo, el Hijo de Dios, quien nos facilita esos dones por medio de la lectura de su ministerio para ayudarnos como pueblo y encaminarnos al reino de Su amado Padre.)
Cuando un hebreo caía en pobreza y este se vendía a un extranjero como siervo, uno de sus parientes: sus hermanos, o algún otro miembro de su familia podría rescatarlo. Es decir, sería su "goel" su redentor, pagando la deuda contraída. (Levítico 25:47-49) Solamente un judío era redentor de otro judío, porque los unía lazos de consanguinidad, son parientes y pertenecían al mismo pueblo.
"Porque marido tuyo es tu Hacedor; YHVH Seboat es su nombre; y tu Redentor es el Santo de Israel, que será llamado Dios de toda la tierra. Como a mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar YHVH, y como a esposa de juventud que ha sido repudiada, dice tu Dios. Por un breve momento te abandoné, pero te volveré a recoger con grandes misericordias. (Isaías 54:5-7)
Un ejemplo perfecto de esto lo podemos ver en el libre de Rut; encontramos el relato de dos mujeres viudas, una anciana llamada Noemí y una joven y virtuosa llamada Rut; la cual siendo moabita (gentil) se convierte, al declarar: "Tu pueblo (Israel) será mi pueblo y tu Dios será mi Dios." (Rut 1:16-18)
Esstas dos viudas regresan a Belén y allí un hombre hebreo Boaz, resulta ser valedor del esposo que había fallecido, por lo tanto, él podía redimir comprando las tierras del difunto y a la vez, tomar a la viuda por su esposa para levantar descendencia al nombre del fallecido.
Obseervamos nuevamente un paralelismo entre Dios y la iglesia. En el caso de Rut; que un pariente judío redime a un pariente de su mismo pueblo; pero también vemos aquí que la redención tiene como propósito una boda. (boda = votos) Como Cristo redimió a la humanidad mediante su sangre y nos jizo herederos de Su reino. Esta es una invitación que le hace a todos aquellos que crean en él como su Salvador y Redentor.
Los versículos del 1-14 de este pasaje no contienen una parábola, sino dos. Los acontecimientos que se relatan en la primera parábola están totalmente acorde con las costumbres judías normales de la época.
Iba dirigida exclusivamente al pueblo judío, ya que recalcaba lo que se había dicho en la parábola de los labradores malvados,; de nuevo se trataba de una acusación a los judíos. Los invitados que se negaron a ir cuando llegó el momento, representan a los judíos. Desde tiempo inmemorial Dios los había invitado a ser Su pueblo escogido, (por amor a Abraham, Isaac y Jacob) los convocados a participar de la cena de las bodas del Cordero. Sin embargo, cuando vino al mundo el Hijo de Dios, y fueron invitados a seguirle, se negaron despectivamente, el resultado fue: que la invitación o "llamado" de Dios se hizo por los caminos y los senderos; y los que iban por ellos representan a los pecadores y gentiles que no esperaban nunca una invitación al Reino.
Las consecuencias del rechazo a la invitación fueron terribles. Hay un versículo en la parábola que nos de la impresión de esta fuera de lugar y es porque probablemente no formaba parte de la parábola original, tal como la dijo Jesús, sino que fue una interpretación del evangelista. El versículo 7, cuando dice: "El rey mandó sus ejércitos contra los que rechazaron la invitación, y quemaron su ciudad." Esta introducción a la parábola tiene mucha relevancia, ya que Mateo estaba escribiendo el evangelio entre los años 80 y 90 d.C. La pregunta es ¿Qué había sucedido durante el período entre el ministerio de Jesús y entonces? La respuesta es: La destrucción del Templo de Jerusalén, por el ejército de Roma en el año 70 d.C. El templo fue saqueado y quemado; y la ciudad destruida, de tal manera que se hizo pasar por toda ella un arado.
Dios es el gobernador absoluto de todos los pueblos y de todas las cosas. Dios quiso crear para Su Hijo un cuerpo, para que él pudiese ser contenido, revelado y expresado, por medio de ese cuerpo poniéndole por cabeza. El no quiso dar a conocer a su Hijo directamente, sino que quiso que Su Hijo viniese a ser manifesstado en toda su gloria, a través de la iglesia. La iglesia, no es un proyecto más, no es algo que se nos ocurrió a los hombres, ni fue creado por manos humanas. No es el diseño, ni la inteligencia, ni la habilidad humana lo que pensó, lo que creó a la iglesia. Ella existe desde antes de la fundación del mundo. Estuvo escondida en Cristo desde la eternidad, porque ella es parte de Cristo, según el propósito de Dios. Ella está unida a Cristo y forma una sola morada con él. Luego, ese cuerpo habría de ser la expresión perfecta de Su Hijo. Dios habría de dar a conocer el misterio que estaba escondido desde los siglos a través de ese cuerpo. Ese cuerpo fue creado exclusivamente para Cristo, no tiene otra finalidad, otra razón de ser, que Cristo. Todo lo que él puso en ese cuerpo, todo el diseño de Dios involucrado al crear ese cuerpo tiene que ver con Cristo.
El toma al cuerpo que es la iglesia, lo levanta y lleva a la medida de la gloria y a la posición de Su Hijo. Teniendo en cuenta que nosotros somo ese cuerpo. Para expresar que sólo él tiene gloria; que no hay mérito en nosotros, que toda la gloria y todo el mérito le pertenecen a él, y solamente a él.
Dios tomó del costado de Adán y cerró la carne del mismo, y de ese lado que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. (Génesis 2:21-24)
El apóstol Pablo dice así: como Eva fue sacada del costado de Adán, la iglesia fue sacada del costado de nuestro Señor. Nacemos de sus sollozos, sus lágrimas, sus llagas, su agonía, su sangre y sufrimiento en la cruz. Cristo amó a Su iglesia (pueblo). Así como una mujer después de haber sufrido por el bebé, la mdre lo ama de una manera profunda; lo mismo sucede con Cristo y su iglesia. Habiendo sufrido por nosotros, muriendo por nosotros, él nos ama de una manera profunda y diferente. "Cristo amó a la iglesia, y se entregó por ella. Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra." (Efesios 5:25-26)