LECTURA BIBLICA:
"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles." --(Romanos 11:25)
Israel: nombre dado por el ángel de Jehová a Jacob, nieto del patriarca Abraham. Israel es considerado el padre de las 12 Tribus las cuales llevan su nombre y las que posteriormente a la salida de Egipto se convirtieron con ayuda de Dios en una poderosa nación. Siendo la primera y única nación teocrática en la historia de un Dios Invisible, Creador de todo.
Con el pasar del tiempo, el endurecimiento y la caída de Israel fueron necesarios para que la salvación pudiera llegar a los gentiles, pues el apóstol Pablo dice en la epístola a los Romanos 11:11 --"Por su transgresión vino la salvación a los gentiles."
El misterio entonces de porque los "gentiles" se convirtieron al Mesías de Israel está en Mateo 15:24 "él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel." Esta declaración es la clave para entender la "evangelización" que vino despúes. Esta estuvo dirigida a un colectivo muy especial: La Casa de Israel, que es precisamente una parte de la nación de Israel, separada en dos reinos en el año 930 a.C., luego de la muerte de Salomón, que conformó el Reino del Norte (Casa de Efraín o Casa de Israel) con capital en Samaria; separándose así del Reino del Sur (Casa de Judá) con capital en Jerusalén. Y esta parte "norteña" de la nación original de Israel había sido esparcida "zarandeada" (Amós 9:9; Oseas 7:8) entre las naciones y no estaba en torno del Mesías en los días de su ministerio terrenal.
Pablo sostiene que un "resto" elegido fue fiel a Dios, dentro de la Casa de Israel (Romanos 11:5) mientras otros se mantuvieron firmes en su rechazo del plan divino (11:7) y fueron desgajados del Olivo Santo (Romano 11:17) pero esto no significa que los israelistas "desgajados" sean definitivamente rechazados por Dios y quedaran fuera de su designio; porque "poderoso es Dios para injertarlos de nuevo." (Romanos 11:23) La situación que Pablo llama "endurecimiento" es parcial (11:25); de modo que no implica una condenación, sino algo temporal; "hasta que entre la totalidad de los gentiles" (11:25); Entonces, las ramas quitadas "serán reinsertadas en su propio olivo" (11:24) "y todo Israel será salvo." (11:26) "Junto con la totalidad de los gentiles."
Los gentiles son aquellos pueblos y naciones que no pertenecen a las doce tribus de Israel, (incluyendo, entre otros, a los romanos, egipcios y griegos.) En su inagotable amor, Dios estableció un plan de salvación que abarca a toda la humanidad. Como parte de este divino propósito, envió a su Hijo, Jesucristo, al mundo. Jesús, consciente de la magnitud de su misión, eligió a doce discípulos que serían instrumentos clave en el cumplimiento de esta tarea. En este contexto, les dio instrucciones específicas, enfatizando: "No vayáis por el camino de los gentiles, ni entréis en ciudad de samaritanos".
Es importante señalar que el mensaje del evangelio no se dirigió inicialmente a los gentiles; su divulgación fue principalmente a las comunidades israelitas. Sin embargo, fue el apóstol Pablo quien recibió la encomienda de llevar las enseñanzas de Cristo a los gentiles. Aquellos gentiles que llegan a creer en el Dios de Israel, a través de Jesucristo, son incorporados a la Casa de Israel. Esta inclusión es destacada en Efesios 2:11-12, donde se dice: "Por tanto, acordaos de que anteriormente vosotros, los gentiles en la carne (los llamados incircuncisos por la llamada circuncisión, hecha por manos en la carne), en aquel tiempo estabais sin el Mesías, apartados de la ciudadanía de israel, y extraños a los pactos de la promesa, no teniendo esperanza, y sin Dios en el mundo. Pero ahora, en Jesús el Mesías, vosotros, que en un tiempo estabais lejos,fuisteis hechos cercanos por la sangre de Cristo Jesús. Porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, y derribó la pared intermedia de separación, es decir, la enemistad." --
Él se presenta como nuestra paz, derribando las barreras que una vez separaron a judíos y gentiles y creando así una nueva unidad. De esta manera, la obra de Cristo establece un nuevo camino hacia la reconciliación y la inclusión, donde todos están llamados a ser parte de la comunidad de fe, sin distinción. La esencia del mensaje de Pablo y el resto de los apóstoles radica en la transformación que ocurre al aceptar a Jesús como Señor y Salvador, trascendiendo las antiguas divisiones y construyendo un nuevo pueblo, renovado por la gracia divina.
Esta comprensión de los gentiles y su inclusión en el plan de salvación resalta la universalidad del evangelio, que invita a todos, sin importar su origen, a participar en la promesa de redención que ofrece Dios a través de Cristo.
Históricamente, la primera casa eran el reino del Norte o Casa de Efraín (Casa de Israel) y la segunda la casa del reino del Sur (Casa de Judá). "En el año doce de Acaz, rey de Judá, comenzó a reinar Oseas hijo de Ela sobre Israel en Samaria, y reinó nueve años. Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, aunque no como los reyes de Israel que habían reinado antes de él. Salmanasar, rey de Asiria, subió contra él, y Oseas fue hecho su siervo y le pagaba tributo. Pero el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba, porque este había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y porque no había pagado el tributo anual al rey de Asiria. Por ello el rey de Asiria lo detuvo y lo metió preso en una cárcel. Después el rey de Asiria invadió todo el país. Subió contra Samaria y la sitió durante tres años. En el noveno año de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria, llevó cautivos a los israelitas a Asiria y los estableció en Halaj y en el Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos. (2 Reyes 17:1-6)
El Cautiverio de Asiria es el periodo de tiempo en que Asiría avanzó desde el norte, tomó el reino de Israel y llevó al cautiverio a las diez tribus. De allí se perdieron en la historia. El Reino de Israel fue reubicado por la fuerza durante el Imperio asirio, acaecida a partir del 732 a. C. las tribus deportadas se entremezclaron con los asirios describiéndolas como las Diez tribus perdidas. No se sabe cuánto tiempo el pueblo de Israel permaneció cautivo en Asiría después que fue llevado por Sargón II. Es probable que muchos aceptaran la vida y cultura de sus captores y perdieran su identidad. Habían ido al cautiverio por causa de su extrema maldad, de manera que no es de sorprenderse que aceptaran la cultura pagana de los asirios.
Se conoce con el nombre de Cautiverio de Babilonia o Cautividad en Babilonia al período en el que parte considerable de los habitantes del Reino de Judá estuvieron exiliados en Babilonia. Comenzó la deportación y el exilio de los judíos inmediatamente después de la toma de Jerusalén y la destrucción del Templo por Nabucodonosor II y finalizó con el edicto del rey persa Ciro de 538 a. C. que permitió el regreso de los judíos a sus tierras de origen en el año siguiente. El Imperio babilónico llevó a los judíos al cautiverio en el año 608 a. C. (primera deportación), y tuvo una duración de setenta años, hasta la reconstrucción del primer templo de Jerusalén.
Hoy en día, las casas del Dios de Israel son conocidas por los nombres más comunes "Cristianismo" (Casa de Israel o remanente de Israel) y el "Judaísmo" (Casa de Judá o Jerusalem). Tanto el Cristianismo; como el Judaísmo adoran al Dios Todopoderoso creador de los cielos, de la tierra y de todo lo creado. Sin embargo, históricamente han estado en desacuerdo en el método de cómo expresar la verdadera adoración bíblica del Dios de Israel. Estos desacuerdos han dividido a los hijos del Dios de Israel en dos casas de adoración.
El cristianismo tuvo sus inicios en el Reino del Norte, específicamente entre las diez tribus perdidas de Israel, que se establecieron en Samaria. Según Hechos 8:4-25, el apóstol Felipe predicó el evangelio del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, lo que llevó al bautismo de muchos hombres y mujeres que aceptaron la Palabra. Posteriormente, algunos gentiles comenzaron a unirse al cristianismo gracias a la labor de hombres provenientes de Chipre y Cirene, quienes llegaron a Antioquía y compartieron el mensaje de Jesús con los griegos (Hechos 11:19-20). " Y la mano del Señor esta con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor Jesucristo."
"He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová." (Jeremías 31:31-32; Hebreos 8: 8-9.) Así fue como pasaron los gentiles a formar parte del movimiento Cristiano a través del pueblo Israelita exparcido por toda Samaria y cuidades adyacentes del norte. Debido a que no fueron tan segregativos formaron alianzas con otras naciones, lo cual provocó en medio de su desobediencia, hacer posible este movimiento cristiano y ser considerados un solo pueblo para Dios en Cristo Jesús. Puesto que todo esta dentro del plan de salvación de Dios; el salvar a toda la humanidad por medio de su pueblo escogido.
Es por tal razón, que en las Escrituras en la epístola de Pablo se habla acerca del Remanente de Israel (Romanos 11) hasta que Jesucristo llegará encarnado en hombre; a lo cual, se le impuso un velo a las otras 2 tribus "Judá" "Benjamín" los cuales juntos con los "Levitas" conforman la nación judaíca, conocida hoy día como el estado de Israel. Esto para ser preservados (no ser condenados, por su soberbia y costumbres) y así, darle la oportunidad al resto de la humanidad hasta que se cumpla lo escrito en las Escrituras y entren la plenitud de los gentiles que han de ser salvos."Porque así ha dicho Jehová: Regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oír, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel." (Jeremías 31:7)
Hoy día, a los seguidores de Cristo, el pueblo de Dios, se nos llama "El remanente de Israel" porque somos producto de ellos. Recordemos que las 10 Tribus perdidas de la nación de Israel, cuando fueron llevados en cautiverio por los Asirios ellos abandonaron su identidad; adoptando y mezclándose con extranjeros. (Algo abominable en tiempos de Moisés) Por tal razón, las tribus restantes de Judá y Benjamín (junto con los Levitas) los consideraban gentiles a pesar que eran parte de las 12 Tribus. Sin embargo, fueron estas 10 tribus asentadas en Samaria las primeras en ser conversas al cristianismo y por consiguiente, todos los seguidores de Jesucristo somos considerados hoy día como "El remanente de Israel" haciendo alusión a la Casa de Efraín o Israel, según lo relata Romanos 11 e hijos de Abraham por la fe ya que él es considerado padre de las tres religiones monoteístas. "Porque así ha dicho Jehová: Regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oír, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel." (Jeremías 31:7)
Es fundamental que, al leer las Escrituras, tengamos en cuenta ciertos aspectos para evitar confusiones. Debemos interpretar los textos de acuerdo con la intención del autor y el contexto histórico en que fueron escritos, para no llegar a tergiversar la Palabra de Dios. Además, es relevante recordar que, aunque las tribus del Sur, Judá y Benjamín, junto con los Levitas, fueron las que más se adhirieron a la ley de Dios entregada en el Monte Sinaí, la mayoría de sus miembros no se convirtieron en seguidores de Cristo. Por esta razón, no podemos considerarnos el remanente de Judá.
El reino del sur se mantuvo firme en su creencia en un solo Dios, rechazando la idea de que Dios pudiera tener un Hijo encarnado en Jesús. Hoy en día, las tribus de Judá representan a los judíos que residen en lo que conocemos hoy día, como la nación de Israel, quienes siguen observando los mandamientos de Dios. Sin embargo, aún no han reconocido a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios, y continúan esperando la llegada de un libertador similar a Moisés o al rey David. Lo cual sucederá en su segunda venida y será en ese día que se cumpla lo escrito por el profeta Zacarías 12:8-14: "En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí; todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí."
Isaías 48:1-22: "Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, mas no en verdad ni en justicia; porque de la santa ciudad se nombran, y en el Dios de Israel confían; su nombre es Jehová de los ejércitos. Lo que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad. Por cuanto conozco que eres duro, y barra de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce, te lo dije ya hace tiempo; antes que sucediera te lo advertí, para que no dijeras: Mi ídolo lo hizo, mis imágenes de escultura y de fundición mandaron estas cosas. Lo oíste, y lo viste todo; ¿y no lo anunciaréis vosotros? Ahora, pues, te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tú no sabías. Ahora han sido creadas, no en días pasados, ni antes de este día las habías oído, para que no digas: He aquí que yo lo sabía. Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre."
Jeremías 23:5-8: "He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra."
Por lo tanto, al estudiar las Escrituras, es crucial reconocer estas diferencias teológicas e históricas para comprender mejor el mensaje que se transmite y la relación de los pueblos en este contexto. La fidelidad a las creencias tradicionales y la interpretación correcta de los textos son elementos esenciales para una comprensión profunda de las enseñanzas bíblicas.