La oración es una comunicación sincera y ferviente de fe con Dios a través de Su Hijo Jesucristo. Toda persona necesita de la oración; de tal manera que Jesús estableció una ordenanza para beneficio propio. Mateo 7:7 nos dice: “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.”
Amigo(a) si tu estas pasando por cualquier necesidad, pide a Dios en oración. Pedir en oración a Dios incluye humildad y fe. Haciendo conciencia de que se tiene una necesidad. Cuando pedimos, esperamos una respuesta afirmativa de Dios.
Pero depende de la fe que tengamos eso hará que se tenga una respuesta positiva. Tal como nos dice Romanos 12:12. “Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.” (Romanos 12:12)
La oración es mucho más que un conjunto de palabras; exige fe, esfuerzo y una actitud apropiada.
“Señor, enséñanos a orar” fue la súplica reverente de los discípulos del Maestro [Lucas 11:1].
En las Escritura el apóstol Santiago lo explica de tal modo: “la oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará de su lecho. Sí acaso ha pecado, sus pecados le serán perdonados.”
El rey David lo expresó de la siguiente manera, en Salmos 103:2-3 “Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias.”
Amigo(a) de modo que cualquiera fuera tu situación, continúa pidiendo, buscando y llamando con perseverancia y obediente hasta obtener la respuesta de pate de Dios. No necesitas ser alguien muy espiritual para orar y recibir respuesta. Elías era una persona normal, como tú y como todos nosotros. Él oraba con fe y Dios respondía. Sigue su ejemplo: ora y ten fe. Dios te escuchará y te responderá.
El poder de la oración no viene de ti. El poder está en Jesús; Él es quien responde a la oración y hace realidad lo que parece humanamente imposible.
¡Pero cuidado! La oración es un pedido, no una exigencia o un mandato a Dios. Jesús atiende la oración cuando es una que glorifica al Padre.
Dios te escucha cuando oras por sanidad. Sea cual sea la sanidad que necesites - espiritual, emocional o física - puedes llevar tu petición delante del Señor confiando en que responderá. Cree en Dios y espera. Él intervendrá en la situación de acuerdo con su voluntad.
“Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente.” ( 1 Crónicas 16:11)
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7)
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:16-18)