"El testigo verdadero no mentirá; mas el testigo falso hablará mentiras." (Proverbios 14:5)
"No hablarás contra tu prójimo falso testimonio." (Exodo 20:16)
"Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así." (Santiago 3:10-11)
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. (Efesios 4:25)
Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. (Proverbios 6:16-19)
"Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. " (Santiago 3:6)
"Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado." (Mateo 12:36)
"El perverso provoca contiendas, y el chismoso divide a los buenos amigos." (Proverbios 16:28)
"La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta." (Proverbios 11:13)
"El de labios mentirosos disimula su odio, y el que propaga calumnias es un necio." (Proverbios 10:18)
Según la Biblia, el chisme es un pecado que se considera una ofensa grave contra la unidad y la paz. Se describe como la difusión de información, de forma dañina para otras personas, rompiendo amistades, causando contiendas y provocando división. La Biblia advierte contra el chisme en ambos Testamentos, considerándolo una señal de maldad, falta de sabiduría y una trampa del enemigo, que puede ser igualado con la naturaleza del adversario mismo.
Destrucción de relaciones: El chisme separa a los amigos y rompe los lazos de confianza y afecto.
Creación de conflictos: Provoca contiendas, peleas, discusiones y desórdenes.
Contaminación y división: Socava la unidad en la iglesia y en la comunidad, generando enemistades y calumnias.
Daño emocional: Puede generar problemas emocionales, depresión, baja autoestima y exclusión social.
Usar la lengua para bien:
En lugar de difundir información dañina, se debe hablar para la edificación y dar gracia a los oyentes, como indica Efesios 4:29. "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los creyentes."
Considerar la verdad y la utilidad:
Antes de hablar, se debe preguntar si lo que se va a decir es verdad, es útil y es necesario.
Vigilar los oídos y la boca:
Se debe actuar con dominio propio y amor para no participar en la destrucción de otros a través del chisme.